A mediados de mayo se preveía una campaña complicada. Las pocas precipitaciones primaverales invitaban al pesimismo, pero durante el mes de
junio llegaron las lluvias y los tradicionales incendios provocados por cosechadores no fueron tan dañinos como se podía esperar al principio. Se trata del
segundo año que, tras un mayo seco, le sigue un mes de junio lluvioso, lo que nos ha proporcionado unos inicios de campaña tranquilos.
Pero sin duda, el hecho más destacado de todo el verano ha sido la
ola de calor de gran intensidad y duración que afectó a todo el interior y sur peninsular desde el día 26 de junio hasta el 29 de julio, lo que hizo que durante todo ese periodo el riesgo de incendio se mantuviera entre
muy alto y extremo. Fueron días
tensos, donde
la probabilidad de sufrir un gran incendio forestal era muy alta y conforme íbamos participando en los grandes incendios de las provincias vecinas, pensábamos que el siniestro en nuestra provincia sería inevitable.
Sin embargo, las pocas tormentas que cayeron en agosto normalizaron la situación y las temperaturas frescas de septiembre terminaron por rebajar los niveles de riesgo. En definitiva,
ha sido una campaña muy buena, casi tan buena como la de 2014, donde
sólo hemos tenido un incendio relevante: el incendio de Campos del Paraíso (Carrascosa) del 11 de julio que afectó a 66 hectáreas forestales y 50 agrícolas.
Este año, las actuaciones reseñables del dispositivo han sido las siguientes:
Incendio de Humanes (Guadalajara): El 7 de julio se declaró un incendio en esta zona tan recurrente. Tras una primera intervención de los medios de Cuenca más cercanos, el segundo día, dos equipos de extinción colaboraron con nuestros compañeros de Guadalajara en lo que sería
el primer gran incendio forestal (GIF) de 2015 en Castilla-La Mancha.
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El H-31 de Albendea trabajando en el incendio de Humanes Fuente
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Incendio de Campos de Paraíso (Carrascosa): Las altas temperaturas empezaban a complicar la campaña y 11 de julio una cosechadora provocó un incendio que pasó a zona forestal y se acabaría convirtiendo en
el incendio más importante de la temporada en Cuenca.
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| Aspecto de la columna convectiva al coronar la sierra. |
El estado de la vegetación, la pendiente y el viento provocaron una propagación de la cabeza en alta intensidad con fuego activo de copas; un comportamiento que ya habíamos visto en los incendios previos de Guadalajara. Los esfuerzos del dispositivo se centraron en contener los flancos para minimizar la superficie afectada.
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| La presencia de aerogeneradores complicaba el trabajo de los medios aéreos. |
Los aerogeneradores de la sierra supusieron una complicación en la labor de los medios aéreos. En cambio, el camino de acceso a los mismos y su franja de vegetación tratada constituyeron una buena zona de anclaje para las actuaciones de los medios terrestres.
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| Aspecto de uno de los flancos del incendio con fuego pasivo de copas. |
El resultado fue un incendio que cuya cabeza propagó por toda la vegetación forestal que encontraba a su paso. La dirección del viento, perpendicular al eje de la sierra de Carrascosa, hizo que
tan sólo 66 ha forestales se vieran afectadas.
Incendio de Navalcán (Toledo): La ola de calor continuaba haciendo estragos en toda España y el 16 de julio se declaró otro incendio al noroeste de la provincia de Toledo. Desde el primer día, un equipo de SEIF Cuenca se desplazó a la zona donde colaboraron con compañeros del resto de provincias e incluso de Castilla y León, en un complicado incendio conducido por el fuerte viento que se convirtió en el
segundo y último GIF de la temporada en ésta región.
Incendio de la Sierra de Gata (Cáceres): Más de 7.800 ha se vieron afectadas en el incendio declarado el 6 de agosto en el municipio de Acebo al noroeste de la provincia de Cáceres. La complejidad del mismo requirió la actuación de medios de muchas comunidades autónomas e incluso de Portugal. Un equipo de SEIF Cuenca se desplazó a la zona el día 8 de agosto, actuando de forma conjunta con el resto del contingente de Castilla-La Mancha.
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